"El atributo de rápido crecimiento del bambú lo convierte en un recurso muy útil para capturar y secuestrar carbono atmosférico y, en consecuencia, mitigar el cambio climático, de manera similar a como lo hace un árbol. La capacidad de crecimiento única hace que el bambú sea un sumidero valioso para el almacenamiento de carbono ". En el Oeste y centro de Africa, las llanuras y mesetas quedan alteradas por las depresiones del Níger, a finales del XIX, rondaba los 120 millones solamente. En cambio, en el último siglo la tasa de crecimiento ha, casi, duplicado la media mundial, alcanzando a finales del siglo XX los 800 millones de habitantes. Otras señales reveladoras del cambio climático, como el aumento del nivel del mar, el calor oceánico, la acidificación de los océanos y el derretimiento de los hielos marinos y los glaciares, se mantienen mientras que las condiciones meteorológicas extremas han sembrado la destrucción en todos los continentes, según se indica en la